El bullicio y la tranquilidad, una batalla que apetece…
El bullicio del mercado, de los vecinos y visitantes acudiendo a los puestos atraídos por el aroma a producto artesanal, el aroma de los productos de la tierra, aroma de tradición. El bullicio de los vegueros animando desde las gradas al equipo local, de los comercios mostrando sus productos a los paseantes... el bullicio de quien te recibe con los brazos abiertos.
La tranquilidad, solo alterada por las historias contadas por las buenas gentes del lugar, anécdotas y experiencias vividas por vecinos… esos vecinos que conoces de toda una vida.
Así es la acogedora Vega de San Mateo...